viernes, 18 de marzo de 2016

Domingo de Ramos

Último domingo de la cuaresma,
 que da principio a la Semana Santa,
 aquel en que los cristianos conmemoran
 la entrada apoteósica de Jesús de Nazaret en Jerusalén,
 aclamado por una multitud,
 días antes de su pasión, muerte y resurrección.
Cuando llegaba a Jerusalén para celebrar la pascua,
 Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. 
Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, 
tal como acostumbraban saludar a los reyes.
Los que iban delante y detrás de Jesús gritaban:
"¡Bendito el que viene en nombre del Señor! 
¡Hosanna en las alturas!"
Entró a la ciudad de Jerusalén, que era la ciudad
 más importante y la capital de su nación,
 y mucha gente, niños y adultos, lo acompañaron y
 recibieron como a un rey con palmas y ramos gritándole
 “hosanna” que significa “Viva”. 
La gente de la ciudad preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. 
Esta fue su entrada triunfal.
La muchedumbre que lo seguía estaba formada por hombres, mujeres y niños. Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas.
 Esto los llevó a alabarlo con palmas en las manos
 cuando entró en Jerusalén.
Fueron muchos los que siguieron a Cristo 
en este momento de triunfo, pero fueron pocos los que lo acompañaron en su pasión y muerte.



















 














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